Haré
ahora referencia a los recursos materiales.
Planificar los materiales que vamos
a utilizar también es muy importante. Yo soy de las que piensa que en el
período de adaptación no debemos tener al alcance de los niños todos los
materiales que hay en el aula ya que al no tener interiorizada la rutina de
jugamos con esto acabamos y lo recogemos al final amos a tener que hacerlo
nosotros y así ellos no aprenden. Con los materiales lo que vamos a
conseguir es aproximar al niño a la realidad como por ejemplo con la casita.
Todos los materiales deben estar adaptados a la edad con la que estamos
trabajando y debemos tener muy en cuenta que todo lo que se estropea hay que
retirarlo para mantener intacta la seguridad de los niños.
El mobiliario del
aula también es un aspecto a tener en cuenta, este debe ser cálido,
confortable, versátil y que permita los desplazamientos y la autonomía de los
niños.
Todo material tiene que cumplir unas características: ser didáctico, y
unas características físicas: lavable, no tóxico, y no peligroso.
A la hora de
elegirlos siempre debemos pensar en la seguridad, en la solidez, en que sea
atractivo, sugestivo y variado.
Los materiales los podemos dividir según varias
clasificaciones:
- Según su procedencia: comerciales y de
elaboración propia.
- Según su forma de uso: individual y
colectivo.
- Según dónde se use: de interior o de
exterior.
- Según su finalidad: específico o inespecífico.
- Según las capacidades que desarrollan:
psicomotor, sensoriales, manipulativos y experimentación, pensamiento lógico,
representación, expresión oral y expresión musical y plástica.
Para
usar los materiales vamos a elaborar unas normas, y lo haremos los últimos días
del período de adaptación que ya estamos todos en el aula. Así los niños sabrán
cuando recoger y en qué caja va cada cosa.
Siempre
vamos a dejar que ellos hagan lo máximo posible y para ello todo debe de estar
accesible a sus manos para que cojan o recojan cuando terminen.